EL CAMINO DE LA VIDA

EL CAMINO DE LA VIDA
EL CAMINO DE LA VIDA. - Every day you may make progress. Every step may be fruitful. Yet there will stretch out before you an ever-lengthening, ever-ascending, ever-improving path. You know you will never get to the end of the journey. But this, so far from discouraging, only adds to the joy and glory of the climb. - Sir Winston Churchill.

jueves, 17 de junio de 2010

Almuerzo cultural: Piano extravaganza.

Estimados amigos,

Gracias a una propuesta de Melinda Altamirano, quien esperamos nos pueda acompañar, este jueves queremos presentarles un curioso programa, titulado Piano Extravaganza.  Como ustedes saben, Melinda es una consumada pianista (además de excelente futbolista y abogada), lo que constituye una interesante combinación que ella ha sabido disfrutar ampliamente a lo largo de los años, pero que nosotros apenas aprovechamos durante su estadía en el Bufete.  En lo musical, sabemos que Melinda viene de una familia de amplia tradición en ese campo, pues, entre otros detalles importantes, su madre tiene una reconocida academia de piano en Asunción.

En cuanto al programa del jueves, se trata de un recital para piano de características realmente excepcionales, por las siguientes razones:

(i)  A diferencia de los recitales de piano usuales, todas las obras del programa fueron escritas o han sido arregladas para ser interpretadas para varios ejecutantes a un mismo tiempo; esto es: a dos o cuatro manos (uno o varios ejecutantes sentados frente al mismo piano), o para uno o más pianos a la vez.  De hecho, ¡algunas de las obras son para ocho pianos a un mismo tiempo!

(ii)  Por tratarse de un programa libre, cuya función es entretener y sacarle provecho a las amplias posibilidades de ese instrumento, las obras son de diversos compositores y estilos, lo que da gran variedad al recital. Así, tenemos piezas de J.S. Bach (Concierto para cuatro pianos y orquesta, BWV 1065), W.A. Mozart (Sonata en do, para piano a cuatro manos, K. 521), G. Rossini (Obertura a la ópera Semíramis, en arreglo para ocho pianos), R. Wagner (Cabalgata de las Valquirias, de la ópera La Valquiria, en arreglo para ocho pianos), B. Smetana (Sonata en un movimiento en mi menor, para dos pianos a ocho manos), N. Rimsky-Korsakov (Vuelo del abejorro, en arreglo para ocho pianos) y L. Gottschalk (L’Union, párafrasis de concierto, en arreglo para ocho pianos), entre otros.

(iii)  Finalmente, en lugar de contar, como es la regla en un recital, con un pianista famoso, los artistas que se presentan son varios y, para colmo, verdaderamente extraordinarios y de diversos orígenes, como Martha Argerich, Evgeny Kissin, Leif Ove Andsnes, Emanuel Ax, James Levine, Mikhail Pletnev, Lang Lang, para citar a los más conocidos.  Además, la orquesta que interviene en algunas de las piezas no es una orquesta establecida, sino una formada por solistas de primer nivel, que tomaron parte también en esta reunión de músicos, incluyendo a Yuri Bashmet (viola), los hermanos Capuçon (violín y cello), Sarah Chang (violín), Gidon Kremer (violín), Misha Maisky (cello), Vadim Repin (violín) y Dmitry Sitkovetsky (violín).

Tal reunión de talentos resulta imposible de ver normalmente.  En efecto, aún con un gran esfuerzo logístico, montar una presentación de este calibre tomaría demasiado trabajo y, por supuesto, mucho dinero.  La diferencia, en este caso, es que esta presentación es el resultado de una reunión de amigos, quienes, además, desean divertirse.  No hay en el programa los visos que son comunes a una presentación formal, con todos los ribetes de negocio y protocolo que son la norma en estos casos.  Lo que se ve, en cambio, es un encuentro de amigos que, además, son grandes músicos y que cuentan con los instrumentos y medios para expresar sus respectivos talentos.

En resumen, el recital que veremos es literalmente un conjunto grande de extravagancias, que vale la pena ver y escuchar por ser realmente irrepetible.

Como nota final, vale la pena contarles que el recital se ambienta en el famoso Festival de Verbier, en los Alpes suizos, lo que le agrega atractivo al espectáculo.  En razón de ello, tal vez lo apropiado sería verlo acompañados de un fondue de queso y un vinito, pero no hacemos aún promesas, pues aún estamos por determinar si nuestro pequeño almuerzo da para ese grado de sofisticación.

En fin, un recreo ligero y bienvenido en medio del bullicio del Mundial, para darle alguna diversidad a nuestra actividad en el Bufete. Ante la alternativa de ver a México y Francia exhibir nuevamente las carencias futbolísticas mostradas en días pasados, nos parece que les ofrecemos una opción interesante de pasar su mediodía.

Ojalá nos acompañen.

Saludos,

Carlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario