Valeri Guérguiev dicta
clases de dirección orquestal.
Valeri Guérguiev (1953-), ruso, de origen osetio,
es uno de los directores de orquesta más activos del mundo. Tiene esa vitalidad, un tanto salvaje, de los
rusos, que se transforma en música llena de energía y dramatismo, que
funciona muy bien con las obras de muchos de los compositores de su país, como
Piotr Tchaikovski (1840-1893), Igor Stravinski (1882-1971), Serguei Prokokiev (1891-1953)
y Dmitri Shostakovich (1906-1975), entre otros.
A Guérguiev
se le critica su falta de atención a los detalles y su brusquedad en el manejo
de las obras a su cargo. Todo ello es
parte de su personalidad, poco adecuada para aquellas obras que exigen
precisión cristalina, interpretaciones cuidadas y mesura en el manejo de los
tempos. Lo anterior no le resta mérito
como un gran director, aunque sí limita su repertorio en diversos aspectos.
Tuve la
oportunidad de verlo en acción, al mando de la Orquesta Filarmónica de Viena,
en tres conciertos en Carnegie Hall,
Nueva York, en el invierno de 2008. Los programas
fueron atípicos de esta gran orquesta, caracterizada por sus incursiones en el
repertorio centroeuropeo:
(i)
En el primer concierto: extractos
de Roméo et Juliette, de Héctor
Berlioz (1803-1869); El preludio y muerte de amor de Tristan und Isolde, de Richard Wagner (1813-1883), en versión
orquestal; y, el poema sinfónico La mer, de Claude Debussy (1862-1918);
(ii)
En la segunda presentación: Prélude
a l’apres midi d’un faune, de Claude Debussy; el Concierto para piano y
orquesta No. 2 en sol menor, op. 16, de Serguei Prokofiev, acompañado del
israelí Yefim Bronfman (1958-), como solista; y, la Sinfonía No. 6 en si
bemol menor, op. 74 (“Patética”), de Piotr Tchaikovski.
(iii)
En el último de los
conciertos: la obertura a la ópera La forza del destino, de Giuseppe
Verdi (1813-1901); Les préludes, de Férencz Liszt (1811-1886); y, la Sinfonía
No. 5 en mi menor, op. 64, también de Tchaikovski.
Actualmente es
uno de los directores más activos del mundo, como director general del Teatro
Mariinski (antiguamente Teatro Kirov, bajo los soviéticos), en San Petersburgo,
Rusia. Fue hasta hace poco director
asociado de la Orquesta Filarmónica de Róterdam; ahora es director invitado de
la Metropolitan Opera House, de Nueva York; y, director principal
de la Orquesta Sinfónica de Londres. Además,
tomará las riendas de la Orquesta Filarmónica de Múnich a partir de 2015.
Además, Guérguiev está asociado con algunos festivales
musicales, entre los que destaca el festival Noches Blancas en San
Petersburgo, del cual es director titular.
Recientemente, Guérguiev ha hecho esfuerzos
notables para contribuir a la pacificación de la zona del Cáucaso, especialmente
en lo referente al conflicto político y militar entre los gobiernos de la
República de Georgia y la República de Osetia del Sur.
En el siguiente enlace, Guérguiev da clases de
dirección orquestal a jóvenes estudiantes.
El video es interesante porque retrata al músico en todo el dinamismo
que usualmente exhibe sobre el podio.
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