EL CAMINO DE LA VIDA

EL CAMINO DE LA VIDA
EL CAMINO DE LA VIDA. - Every day you may make progress. Every step may be fruitful. Yet there will stretch out before you an ever-lengthening, ever-ascending, ever-improving path. You know you will never get to the end of the journey. But this, so far from discouraging, only adds to the joy and glory of the climb. - Sir Winston Churchill.

jueves, 5 de abril de 2012

Recuerdos de Herbert von Karajan

Tuve la enorme fortuna de verlo dirigir en Nueva York, poco antes de su muerte.  Iba con la Filarmónica de Viena en su última gira internacional.  Estaba al final de su ilustrísima carrera.  Era un hombre aquejado por sus males de espalda, que iniciaba sus ochentas con dolor evidente.  Pero ante todo era él: el gran director, dictador de su mundo y excelso conocedor e intérprete de la música que habitaba en su corazón.  Fueron tres noches de ensueño: Schubert (la “Inconclusa”) y música de la familia Strauss llenaron dos de los programas; para el tercero, sin duda el más importante de ellos, Karajan dirigió la Octava sinfonía de Anton Bruckner, una obra grande y majestuosa como una catedral gótica. 

Uno o dos días después de la presentación de la Octava, el crítico del NY Times de entonces, Harold C. Schonberg escribió que había llevado a su nieto a Carnegie Hall a ver al maestro, presintiendo que iba a ser la última visita de éste a la ciudad, y escribió además que, a la salida del concierto, le había pedido al joven que por favor no olvidara nunca esa presentación, pues había sido testigo de la posible escuchar esa música del modo que la había escuchado, para contarle a sus propios nietos.

De Karajan se criticaron muchas cosas, que iban de la megalomanía a un pasado nazi.  Mucho de eso sigue en discusión, con versiones autorizadas a favor y en contra.  Sin embargo, su altura como músico y director de orquesta es incuestionable.  Desarrolló una carrera musical desde el pódium de la cual dejó abundantísimos testimonios mediante grabaciones de audio y video que son tesoros interpretativos.  En términos de cantidad y calidad, su producción es difícilmente comparable con la de cualquier otro director, anterior o posterior.

En un libro de crítica musical se dice: "This Berlin-Karajan partnership has rarely been equalled, never surpassed"  Para mí, esto lo dice todo.  Quien quiera verificarlo puede visitar sus ciclos sinfónicos de los grandes maestros, desde Haydn y Mozart hasta Mahler y Sibelius, o sus interpretaciones de compositores románticos, postrománticos, impresionistas, atonalistas y más recientes, como Béla Bártok, Carl Nielsen, Arthur Honegger o Dmitri Shostakovich.  Difícilmente alguien le ponía la mano en sus realizaciones de Claude Debussy, Ottorino Respighi, Richard Strauss, Arnold Schoenberg o Anton Webern.  Por otro lado, su actividad operística fue suprema, desde Mozart hasta R. Strauss, no sólo como director de la orquesta, sino también como director artístico general de la obra.  En fin, una figura indiscutible de mi panteón artístico, contra el cual todos los demás deben medirse, como referente obligado.

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