Estimados amigos,
Como aclaramos en nuestra sesión anterior, las Seis suites para violonchelo solo siguen el formato de una serie o suite de danzas de diverso origen, introducidas por un preludio y luego expuestas una tras otra. En este caso, la Segunda Suite consta de una allemande alemana (lenta), una courante francesa (rápida), una sarabanda española (pausada), dos movimientos tipo minuet (ritmo francés galante) y una giga inglesa (rápida y avivada).
La Suite en re menor para violonchelo solista de Bach, BWV 1008.
La Segunda Suite es en re menor, al igual que su gran Toccata y Fuga, BWV 565 y su famosa Pasión según san Mateo. Por lo tanto, la Segunda Suite, está escrita en una tonalidad más oscura que la de la Primera Suite. Ello hace que esta suite sea más dramática y ciertamente más misteriosa.
Para el gran violonchelista Mstislav Rostropovich (1927-2007), la Segunda Suite denota tristeza e intensidad (en especial la sarabanda) y establece un paralelismo entre el sonido del violonchelo y el de la voz humana, en el tanto el registro sonoro se contrae y expande sucesivamente hasta alcanzar los puntos más altos de una manera afanosa y tambien inevitable.
Para el gran violonchelista Mstislav Rostropovich (1927-2007), la Segunda Suite denota tristeza e intensidad (en especial la sarabanda) y establece un paralelismo entre el sonido del violonchelo y el de la voz humana, en el tanto el registro sonoro se contrae y expande sucesivamente hasta alcanzar los puntos más altos de una manera afanosa y tambien inevitable.
En este caso, Yo-Yo Ma recurrió para ilustrar la Suite a un extraordinario arquitecto, dibujante y grabador del período barroco, llamado Giovanni Battista Piranesi (1720-1778) y a una serie de recursos tecnológicos contemporáneos que se expresan mediante la imagen cinematográfica. La conjunción es valiosa porque cuenta con la colaboración del cineasta François Girard (1963-), quien, entre otras cosas, es el guionista y director de la famosa película El violín rojo (1998), también relacionada al mundo de la música clásica.
Esta mezcla de talentos y recursos logra poner en tercera dimensión un grupo de grabados de Piranesi, relacionados con las llamadas “cárceles de la imaginación humana”, lo que nos permite adentrarnos en los intrincados y oscuros espacios creados por este artista, acompañados de la sublime música de Bach.
Giovanni Battista Piranesi.
Este artista veneciano –cuya actividad principal se desarrolló en Roma– se especializó, como dijimos, en el grabado y la arquitectura. Como dato curioso, sin embargo, es interesante mencionar que el arquitecto Piranesi sólo vio construido uno de sus múltiples proyectos: la iglesia de Santa María del Priorato, sede de los caballeros de la Orden de Malta en Roma, justamente desde donde Yo-Yo Ma interpreta la Segunda Suite.
Piranesi es el autor de más de dos mil grabados sobre edificios reales e imaginarios, estatuas y relieves de la antigua Roma, lo que fue, con el tiempo, un poderoso aliciente para el desarrollo, tanto del movimiento artístico conocido como “Neoclasicismo” (principios del siglo XIX), como del Romanticismo (mediados y finales del siglo XIX). En el primer caso, debido a que una gran cantidad de los que viajaban a Roma desde distintos puntos de Europa (el denominado Gran Tour de las clases altas europeas) invariablemente compraban grabados a Piranesi, para llevarlos de vuelta a sus países de origen. Con ello, la admiración por los diseños de la Antigüedad clásica se esparció por Gran Bretaña, Francia y el resto del continente, para dar lugar a un renacer del interés por las formas y estilos de ese período.
Los grabados de Piranesi, muchos de ellos de gran formato y ordenados en libros, se exportaron rápidamente a Inglaterra y otros países, a modo de souvenirs del Grand Tour, antecedente del moderno turismo cultural. Esas láminas influyeron en la arquitectura palaciega, especialmente en las casas campestres inglesas.
Muchas planchas del artista se siguieron imprimiendo hasta principios del siglo XIX y pasaron a la actual Calcografia Nazionale de Roma, fundada por el papa Clemente XII, donde aún se conservan.
Existen grabados de Piranesi en casi todas las bibliotecas antiguas de Europa. En España, destacan los fondos de la Biblioteca Nacional y del Museo de Bellas Artes de Valencia, que posee unas 880 láminas, casi todas adquiridas en el mismo siglo XVIII.
En cuanto al segundo foco de influencia, la influencia de Piranesi es evidente porque algunos de sus trabajos tienen connotaciones del mayor dramatismo, uno de los aspectos que más caracteriza al Romanticismo. La serie Le Carceri d'Invenzione (1745-1760), en la que se basa justamente la interpretación que escucharemos de la Segunda Suite para violonchelo solo de Bach, en una obra muy interesante, dramática e incluso fantasiosa. Se basa en las ideas del artista respecto a la actividad carcelaria, en las que Piranesi transformó las ruinas romanas que admiraba en fantásticos y desmesurados calabozos dominados por pasadizos que eran, a la vez, enormes, oscuros y opresivos, dotados de escaleras empinadas a alturas que resultan increíbles y extrañas galerías que no conducen a ninguna parte.
Las siguientes ilustraciones dan cuenta de los conceptos expresados respecto a esta serie de piezas:
Estos grabados ejercieron una enorme influencia en el romanticismo del siglo XIX y jugaron un papel destacado en el desarrollo del surrealismo del siglo XX. También puede notarse esa influencia en los decorados para el cine de terror y, más recientemente, en la Escuela Hogwarts, de la serie Harry Potter.
En relación con el surrealismo, nos parece que, como obra, los grabados de Piranesi son un interesante antecedente a los dibujos del artista holandés Maurits Cornelis Escher (1898-1972), como puede notarse en el siguientes ejemplos:
Igualmente, es posible ver la influencia de las cárceles de Piranesi en el desarrollo del diseño arquitectónico contemporáneo, incluyendo los actuales centros comerciales:
El violín tiene un sonido extraordinariamente dulce y particular y, por diversos avatares del destino, pasa de mano en mano, alrededor del mundo, hasta terminar en una importante subasta pública, que es donde se inicia la película.
Otra película del director es Treinta y dos filmes cortos sobre Glenn Gould, de 1993, que se basa en la vida del famoso pianista canadiense Glenn Gould (1932-1982). Girard es también es el autor de puestas en escena de obras de Igor Stravinsky (1882-19) como la Sinfonía de los salmos y Edipo rey.
Con esos antecedentes, es claro que Girard tiene una gran sensibilidad por la música en general y, más específicamente. por la música del Barroco en general, época a la que pertenecen tanto Bach como Piranesi. Interesantemente, siendo Piranesi un arquitecto, sus grabados sobre cárceles logran, en virtud del trabajo de Girard, quedar plasmados en construcciones tridimensionales, haciendo probablemente realidad la idea de Piranesi de materializar sus ideas sobre este tema. Si a esto sumamos la atmósfera misteriosa, sombría y cuasi-romántica que agrega la música de Bach, el espectáculo resulta ser multidisciplinario y completo, apropiado para las complejas estructuras artísticas de la música y la arquitectura barrocas.
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Nos parece que los temas aquí tratados dan a este segmento de las Suites una especial significación, que lo hace –a juicio de los críticos– uno de los mejor logrados de la serie patrocinada por Yo-Yo Ma. Quedan, por lo tanto, todos invitados a acompañarnos.
Saludos,
Carlos.
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