EL CAMINO DE LA VIDA

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EL CAMINO DE LA VIDA. - Every day you may make progress. Every step may be fruitful. Yet there will stretch out before you an ever-lengthening, ever-ascending, ever-improving path. You know you will never get to the end of the journey. But this, so far from discouraging, only adds to the joy and glory of the climb. - Sir Winston Churchill.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Almuerzo cultural: Franz Schubert - Quinteto para piano y cuerdas "La trucha", D. 667.


Estimados amigos, 

El almuerzo cultural de este jueves nos permitirá hacer una nueva incursión musical, esta vez en el mundo de la música de cámara, de la mano del compositor Franz Schubert (1797-1828).

La música de cámara.

Este género musical, conocido también como “música de salón”, se llama así porque se inició como música compuesta para ser ejecutada en lugares pequeños (cámaras o habitaciones); es decir, para ser tocada en contextos más íntimos, a diferencia de los grandes teatros y las salas de concierto.  Por lo reducido de su ambientación, se trata de música que se limita a uno o unos cuantos instrumentos, en lugar de una orquesta completa. 

Inicialmente, la música de cámara fue la música de los menos pudientes, que no podían sufragar los costos de mantener una orquesta a sus órdenes; era la música de los grupos familiares, que gustaban de ejecutar piezas entre ellos con el fin de educarse y entretenerse; y era, además, la música de quienes querían una atmósfera más personal o íntima para sus interpretaciones, especialmente a partir del siglo XIX, cuando los aspectos personales o individuales de la vida cultural tuvieron tanta o mayor importancia que los aspectos formales o sociales.  Ejemplos comunes de la música de cámara son los cuartetos para cuerdas, las composiciones para piano solista y las sonatas para piano y otro instrumento, como el violín, el violoncelo o la flauta.

A fin de ilustrar sobre las características y bondades de la música de cámara, hemos escogido una pieza brillante y muy hermosa.  La obra pertenece al compositor austríaco Franz Schubert, una de las figuras más grandes de la música clásica.  Se trata del quinteto para piano y cuerdas en la mayor, número de catálogo D. 667, más conocido por el apelativo La trucha.

Datos biográficos y artísticos.

Franz Schubert fue uno de los primeros y más importantes compositores del período romántico.  Nació en Viena en 1797 y murió en esa misma ciudad en 1828.  En su corta, pero fructífera vida, Schubert dejó un importante legado que marcó de muchas maneras la producción musical de los años siguientes, especialmente entre los románticos.

Las obras de Schubert abarcan un mundo muy particular.  Aunque realizó incursiones en el ámbito sinfónico (compuso ocho sinfonías, de las cuales las dos últimas son piezas indispensables del repertorio musical), su mayor aporte artístico radica en un espacio más íntimo de la producción musical, que corresponde a la música de cámara y a los lieder o canciones.

Como los escritores Percy Bysshe Shelley (1792-1822) y John Keats (1795-1821), la obra de Schubert apela directamente a la poesía desde el campo musical.  Las obras de Schubert son hermosos poemas que van de lo dulce a lo trágico, de lo apacible a lo apasionado. 

Su vida fue bohemia y melancólica.  De baja estatura y complexión frágil, poco agraciado físicamente, enamorado sin suerte, su vida transcurrió en las tabernas, entre parrandas y amarguras.  Su obra artística estuvo siempre a la sombra del gigante que fue Ludwig van Beethoven (1770-1827), a quien reverenciaba en silencio. Sin embargo de música de Schubert tiene méritos importantísimos, aún comparada con la de Beethoven. 

Mientras Beethoven tiene lazos con el período clásico precedente, los cuales se encargó de rasgar continuamente (de allí que se le tenga como un compositor de transición), Schubert es claramente un romántico, de vida trágica y hasta misteriosa, que se refugiaba en el arte para curar sus desventuras.  Por algo decía:

Los instantes benditos iluminan la vida sombría, y enseguida esos instantes benditos se convierten en un gozo duradero.

Su personalidad introvertida y melancólica es probablemente lo que explica que sus mayores méritos musicales se encuentren en los géneros mencionados, pese a que –como dijimos– algunas de sus sinfonías son de la mayor importancia artística. 

Las obras de cámara de Schubert están entre las más importantes y más queridas de ese repertorio.  Sus sonatas para piano son memorables, lo mismo que su sonata para piano y violoncelo (conocida como Sonata Arpeggione), su Fantasía del Caminante para piano, sus otras composiciones para piano (Impromptus, Momentos musicales, etc.)

Quinteto La trucha.

El quinteto La trucha fue compuesto en 1819, cuando Schubert contaba con apenas 22 años, pero no fue publicado sino hasta 1829, un año después de la muerte del compositor.  La pieza debe su nombre a las variaciones contenidas en su cuarto movimiento, que derivan de un tema escrito anteriormente por Schubert para su canción o lied denominado “La trucha” (Die Forelle).

Contrario a la usanza de la música de su época, Schubert no utilizó, en la composición de La trucha, la combinación instrumental más frecuente para un quinteto para piano, que es el piano más un cuarteto de cuerdas (dos violines, un violonchelo y un contrabajo), sino más bien un piano, un violín, un viola, un violonchelo y un contrabajo.  Antes de Schubert, sólo Johann Nepomuk Hummel (1778-1834) había intentado una composición con idéntica instrumentación.

La historia cuenta que el quinteto fue escrito durante una temporada de vacaciones del compositor en la ciudad-balneario de Steyr, en Austria (a unos 90 kilómetros al norte de Viena), un lugar de buena pesca en ese entonces.  La obra fue comisionada por Sylvester Paumgartner, un rico mecenas musical y violonchelista amateur, quien se dedicaba a la minería y residía en la ciudad.  Paumgartner admiraba al compositor y deseaba tocar una obra de éste con sus amigos músicos, también aficionados.  A efecto de contar con la obra que quería, fue aparentemente el propio Paumgartner quien propuso o pidió al compositor incluir las variaciones dichas en la obra, pues gustaba mucho de la canción del mismo nombre del músico vienés. 

Como Paumgartner era un violonchelista aficionado, algunos autores piensan que Schubert sacó un violín y agregó un contrabajo a la formación tradicional del quinteto, con el fin de relevar a su anfitrión de la tarea normal del violonchelo que consiste en fijar la línea del bajo, de modo que el intérprete pudiera participar libremente en las melodías que abundan en la obra.

Todo el quinteto está impregnado de luz y respira una verdadera alegría de vivir, probablemente inspirada por el espíritu vacacional de Schubert en ese momento.  La obra es fiel reflejo de un momento feliz en la vida del artista, por sus rasgos característicamente joviales y optimistas. 

Si bien las variaciones de movimientos son la pieza central, el quinteto entero es encantador.  Massimo Mila lo llama “un poema festivo” que refleja el deleite extático de Schubert con el campo abierto, tras haber estado reprimido toda su vida en la ciudad; “en él se consagra la memoria de un encantador verano, de días libres de preocupaciones; la música está bañada por la luz del sol y el espíritu de la juventud… la amistad y la humanidad se entretejen dentro de la misma textura de la música”. 

De hecho, el resto del quinteto (con una cantidad inusual de movimientos, cinco en vez de cuatro) es fresco y seductor, rebosante de una melodía sencilla y cálida, modulaciones suaves, con una instrumentación que le da una combinación rica, caleidoscópica, de sonoridad envolvente.

(Sara Benedicta.  Franz Schubert: Trout Quintet - Quinteto para piano en la mayor, en http://luxaeterna-musik.blogspot.com/2009/07/franz-schubert-trout-quintet-quinteto.html)

El gran poeta austríaco Rainer María von Rilke (1875-1926) decía de la obra:

Tan reconfortante, tan calmada, (…) una paz tan dulce y tan deliciosa (…), y generalmente para mí la música no es en absoluto la paz.

Estructura de la obra.

La trucha se compone de cinco movimientos.  El piano se encarga de introducir el motivo musical que unifica la obra, en forma ascendente.  A excepción del scherzo, ese tema –y ciertas figuras musicales relacionadas– aparecen en todos los  movimientos de la obra.

I.          Allegro vivace - El movimiento tiene una estructura de sonata de dos temas, precedida por una introducción.  Los temas son expuestos varias veces y se desarrollan en cinco secciones.  Hay algunas melodías rústicas que se entrelazan con elaboraciones de gran sofisticación estilística.

Una de las cosas que utiliza Schubert con gran éxito es el uso del timbre (sonido) de los distintos instrumentos.  Si es en los agudos, con vertiginosos trinos del piano o, en los bajos, con el retumbar suspendido del contrabajo.  Las características del sonido parece que siempre coinciden con el humor del momento.  Un gran ejemplo es cuando la música vuelve a su segundo tema en la recapitulación: la melodía se reproduce exactamente en el centro de la gama más rica del violonchelo, lo que da a la música un sonido más completo, hacia el final del movimiento.
(Sara Benedicta.  Op.Cit.)

II.         Andante - Este es el movimiento más sombrío de toda la obra.  Se compone de dos secciones simétricas, la segunda de las cuales es una versión transpuesta de la primera.  Cada sección contiene tres temas, de los cuales el segundo es, en ambos casos. el más llamativo e innovador, más allá de lo planteado anteriormente es sus obras por genios como Mozart y Beethoven. 

Desde el principio hasta el fin, este movimiento está lleno de melodías de carácter lírico y de un simple pero elegante acompañamiento armónico.  La viola y el violonchelo dialogan en un ambiente melancólico, triste pero amable

III.         Scherzo: Presto – Este es un movimiento de corta duración que tiene un tratamiento tradicional, con un trío central, conforme a la tradición instaurada por Franz Joseph Haydn (1732-1809) de incluir un Scherzo-Trio en sus sinfonías y obras de cámara.  El Trio es una demostración evidente del genio de Schubert.  Por su medio, la música se convierte en una secuencia de armonías flotantes que funciona muy bien en el conjunto del quinteto.

IV.        Andantino - Allegretto - Este movimiento consiste en un tema con variaciones a partir de la canción La trucha, ya mencionada.  Esas variaciones representan la lucha del pez por sobrevivir a las vicisitudes de su existencia.  Como algo típico de Schubert (en contraposición, por ejemplo, a Beethoven), las variaciones no hacen que el tema original se transforme en otro, sino que simplemente lo presentan de diversa manera y bajo distintas cargas emocionales.  Así, en cada una de las primeras tres variaciones el tema es interpretado por un instrumento o grupo de instrumentos diferente.  En la cuarta variación el tema asume una tonalidad menor y en la quinta  variación, que está a cargo del violonchelo, Schubert introduce una serie de modulaciones que llevan de la tonalidad menor a la mayor que domina en general la obra.

Para Schubert la melodía tenía una importancia primordial, por lo que sus variaciones consisten en pasar la melodía por todos los instrumentos, para examinarla desde todos los ángulos posibles.  Sin embargo, quizá para divertirse un poco a costas de su patrono, que pidió la inclusión del tema original de la canción (que fuera escrito para piano y voz solista), Schubert dejó hasta el final de la obra la maravillosa figura pianística de su canción.

V.         Allegro giusto - El movimiento final también se compone de dos secciones simétricas, lo mismo que el segundo movimiento, donde, nuevamente, el segundo tema es una transposición respecto al primero.  Benedicta hace un simpático repaso de este movimiento: 

Por encima de todo, Schubert tenía un don para tres cosas: armonía, melodía, y de orquestación. Aquí, en este movimiento que utiliza los tres con gran efecto.  En primer lugar, la armonía; no puede haber error con el genio de Schubert aquí.  A diferencia de muchos otros compositores, no era por lo general propenso a quedarse en una de las tonalidades (...) Como un niño inquieto, su armonía parece estar siempre cambiando de una manera que sólo puede ser descrito como "schubertiana".  Este movimiento es una gran muestra de eso, la armonía se ha desarrollado tan bien en la exposición que Schubert ni siquiera siente la necesidad de incluir una sección de desarrollo.

Si es la melodía lo que desea, Schubert no deja de ofrecer aquí tampoco: desde el primer tema "al trote", al segundo tema "espiritual y romántico", en el tercer tema "con mucho movimiento como cascadas", aquí tenemos algunas increíbles y bellas melodías que seguramente uno se encontrará luego tarareando alguna de ellas. 

Como última nota, no debemos dejar de señalar la capacidad de Schubert en la orquestación, la disposición de voces múltiples.  Consciente de que su grupo era un poco diferente al quinteto normal (había un violín menos, pero se agregaba el contrabajo) para piano, Schubert tomó gran ventaja de su registro extendido.  Se puede escuchar esto durante el tercer tema: mientras que la melodía corretea entre el violín y violonchelo y el piano da una contramelodía agradable también, la viola y el contrabajo ofrecen un zumbido constante de la armonía.  Schubert se las arregla para utilizar el grupo a su máximo potencial aquí  (Ibídem.)

El final es engañoso, por lo que no es raro que el público aplauda antes de la verdadera terminación de la obra.

Importancia musical.

Comparado con otras obras de música de cámara del propio Schubert, La trucha es un trabajo relajado, cuyos temas se repiten sin mayor drama.  Sin embargo, es una obra encantadora, que despierta una sensación evidente de deleite, en virtud de su innegable gracia melódica y la luminosidad que la caracteriza.

Su lenguaje armónico es original por su cromatismo (cambio y uso de las tonalidades sonoras).  Su sonoridad es muy particular debido al protagonismo del piano, que tiende a exaltar las notas más altas durante gran parte de la obra.  Con ese fin, la mano izquierda y la derecha tocan la misma línea melódica a una octava de distancia una de la otra, idea que posteriormente tendría influencia sobre otros compositores románticos.

Schubert  influyó –como dijimos–, ya fuera directa o indirectamente, en todo el movimiento musical del romanticismo.  Sus obras de cámara tuvieron incidencia en Félix Mendelssohn (1809-1847), Robert Schumann (1810-1856), Frédéric Chopin (1810-1849) y Franz Liszt (1811-1886) y Johannes Brahms (1833-1897); sus lieder en Schumann, Brahms, Gustav Mahler (1860-1911), Hugo Wolf (1860-1903) y Richard Strauss (1864-1949); y su música orquestal en Schumann, Brahms, Anton Bruckner (1824-1896) y Mahler, entre muchos otros.

Intérpretes.

La interpretación de La trucha estará a cargo del gran pianista inglés sir Clifford Curzon (1907-1982), acompañado por miembros del famoso Cuarteto Amadeus: Norbert Brainin (1923-2005), violín; Peter Schidlof (1922-1987), viola; Martin Lovett (1927-), violonchelo; acompañados por el contrabajista Rodney Slatford (1931-). 

Su ejecución data de 1977, cuando los intérpretes se encontraban en las respectivas cúspides de sus carreras.  La grabación se realizó en el Festival de Maltings, Snape, Aldenburgh, en la campiña inglesa.

*   *   *   *   *

En lo que a nosotros respecta, La trucha provee abundantes razones para disfrutar.  Es, de muchas maneras, la música ideal para escuchar entre amigos, en un ambiente distendido y agradable. 

Están invitados a compartir la experiencia.

Saludos,

Carlos.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Almuerzo cultural: El cuidado de nuestro corazón.

Estimados amigos,

El almuerzo cultural de hoy es sobre un tema que tenemos descuidado: la salud. Vamos a tratar el tema de nuestro corazón, no desde el punto de vista del arte o la religión, sino desde una perspectiva física relacionada con nuestra vida orgánica.

Aunque responsable de funciones menos sofisticadas que las del cerebro, es probable que el corazón sea el “más humano” de todos los órganos de nuestro cuerpo. En efecto, pocos órganos están tan presentes en nuestra cultura como el corazón. Se hace alusión a él como la sede del amor, los sentimientos y las emociones en general, y de todo lo que tiene que ver con el espíritu. Pocas relaciones podrían estar más equivocadas y, sin embargo, eso es lo que leemos en la literatura, oímos en la música, vemos en cuadros y esculturas o presenciamos en el teatro y en el cine desde de cada una de esas artes existen.

En realidad, el corazón es algo muy diferente al asiento de nuestro ser espiritual o emocional. En términos generales, el corazón es para el cuerpo humano lo mismo que el motor para un vehículo. Sin él la vida es simplemente imposible.

Generalidades.

Fisiológicamente, el corazón es el órgano más fuerte y poderoso de todo el cuerpo, su función es la de recibir y bombear la sangre para que circule por todo el cuerpo. Para ello, el corazón actúa como un músculo que se contrae rítmicamente con la potencia suficiente para hacer las veces de bomba.

El corazón tiene forma de pirámide invertida. Su volumen y peso varía según el género y la edad. Se localiza casi en medio del pecho, ligeramente hacia el lado izquierdo y descansa sobre el diafragma. Se encuentra anclado al esternón, que es el hueso que une a las costillas para formar la caja torácica, que le sirve como escudo protector.

El órgano tiene tres capas: una gruesa, de tejido muscular al centro, que es el verdadero músculo; y, dos capas delgadas que lo cubren, una por fuera y otra por dentro.

Por dentro es hueco y está dividido en cuatro cavidades, dos inferiores, llamadas ventrículos, y dos superiores, denominadas aurículas, todos los cuales funcionan en forma coordinada.

El corazón envía la sangre a los pulmones para oxigenarla y luego al resto del cuerpo. Su trabajo es continuo, a excepción de pequeños descansos entre latido y latido. Se dice que la presión que crea el corazón humano al latir es suficiente para lanzar la sangre a diez metros de altura.

Para que el corazón funcione óptimamente debe estar bien oxigenado. El miocardio es el tejido muscular de las paredes del corazón y es el responsable de sus movimientos. A falta de suficiente oxígeno, el miocardio puede morir rápidamente.

El miocardio se oxigena mediante tres conductos principales, llamados arterias coronarias. Esos conductos oxigenan el corazón mediante miles de terminales internas, además, cuentan con una infinidad de ramificaciones externas que van del corazón al resto del cuerpo y viceversa. Para darnos una idea de lo intrincado de esa red, si juntáramos la longitud de las venas, las arterias y los capilares de una persona, tendríamos una extensión capaz de dar la vuelta al mundo casi dos veces y media.

El cuidado del corazón.

En la actualidad, las enfermedades del corazón son la causa número uno de muertes en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo en el año 2005, cerca de 17,5 millones de personas murieron por padecimientos cardiacos. Se espera que para el año 2015 las víctimas sean aproximadamente 20 millones de personas.

Por otra parte, los estudios revelan que más del 70% de los casos se registran en los países menos industrializados, entre ellos, los de Latinoamérica. Según la OMS, cuatro de cada cinco muertes en el mundo por enfermedades cardiovasculares se registraron en los países menos industrializados y afectaron a ambos sexos por igual.

Sin embargo, los expertos confirman que más del noventa por ciento del riesgo de sufrir un infarto proviene de factores que se pueden controlar o prevenir.
El corazón, como cualquier parte del cuerpo, necesita de ciertos cuidados básicos que son vitales para su adecuado funcionamiento. Entre los principales cuidados del corazón están los siguientes:
Hacer ejercicio físico.
Hacer ejercicios diariamente permite que el corazón se fortalezca y la sangre circule mejor en todo el cuerpo. Por eso es importante hacer el esfuerzo de sacar por lo menos media hora al día para dedicarla a hacer un poco de ejercicio. En muchos casos, basta con un paseo que requiera cierto esfuerzo corporal para reducir eficazmente el riesgo coronario. En todo caso, no es recomendable hacer esfuerzos intensos, especialmente si no se está acostumbrado.
Evitar el sobrepeso y la obesidad abdominal.
El perímetro de la cintura es un buen indicador del riesgo de un problema cardíaco. Éste no debe ser mayor de 83 centímetros en las mujeres o de 105 centímetros en los varones, ya que el sobrepeso multiplica los riesgos de un problema cardíaco.
Para determinar si hay sobrepeso debe usarse la siguiente fórmula:
IMC = Peso Actual / (Estatura en metros)²
Si el IMC es mayor a 25 es momento de cambiar los hábitos de alimentación y hacer más ejercicio.
Tener una buena alimentación.
Una alimentación balanceada es la mejor aliada de un cuerpo que requiere nutrirse.

(i)     Dietas apropiadas. Por su variedad y riqueza nutritiva (frutas, verduras, granos, lácteos, carnes y aceite virgen de oliva), la dieta mediterránea es una excelente opción para mantener el corazón en forma. Adicionalmente, resulta muy importante consumir alimentos ricos en hierro para evitar la anemia, como la carne, los huevos, las lentejas, los frijoles y las hojas verdes.

(ii)     Tomar agua. La ingesta de agua limpia y abundante favorece el funcionamiento en general del cuerpo y, en especial, la formación de sangre.

(iii)     Evitar las grasas. La comida chatarra de nuestros días es rica en grasas que afectan gravemente a nuestro organismo. Sin embargo, es importante entender que hay diversas clases de grasas y que éstas tienen un efecto distinto sobre nuestro cuerpo.
Tipos de grasas:
Saturadas: son el principal enemigo del sistema cardiovascular. Suelen ser sólidas a temperatura ambiente. 
Trans: son grasas saturadas que aumentan el LDL (colesterol malo) y bajan el HDL (colesterol bueno). Las grasas trans resultado de añadir hidrógeno a los aceites vegetales usados en productos horneados comercialmente y para cocinar en la mayoría de los restaurantes de comida rápida.

Monoinsaturadas: reducen las grasas LDL e incrementan las HDL en la sangre; también ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre. Son líquidas a temperatura ambiente.

Polinsaturadas: hasta hace unos años fueron las grasas líderes para reducir los niveles de colesterol, aunque en los últimos años han pasado a una posición secundaria frente a los aceites omega-3 y las grasas monoinsaturadas.

Trigliceridos: son grasas consumidas en los alimentos o hechas por el cuerpo a partir de otras fuentes de energía como los carbohidratos. Se trata de calorías ingeridas en una comida que no se utilizan inmediatamente por los tejidos sino que se transportan a las células de grasa en las que se almacenan. Producen obesidad.

Es importante revisar las etiquetas de los productos y revisar que en los ingredientes no contengan grasas trans o bien puedes describirse como hidrogenadas. Los alimentos sin procesar no contienen este tipo de grasa.
(iv)     Ingerir poca sal y poca azúcar. La relación entre las cifras de glucosa y los infartos de miocardio está bien establecida. Por otro lado, el consumo excesivo de sal también es fuente indirecta de problemas cardiovasculares.
  • Los problemas del azúcar en exceso.
La concentración de glucosa en sangre es la cantidad de glucosa que contiene la sangre. La glucosa es un azúcar procedente de los alimentos que ingerimos, aunque también se forma y almacena dentro del cuerpo. Se trata de la principal fuente de energía de las células del cuerpo, a las cuales llega a través del torrente sanguíneo.
La “hiperglucemia” es el término médico que se emplea para referirse a las concentraciones de azúcar en sangre demasiado altas. La hiperglucemia ocurre cuando el cuerpo o no pude fabricar insulina (diabetes tipo 1) o bien no reacciona adecuadamente a la insulina (diabetes tipo 2).
El cuerpo necesita insulina para que la glucosa contenida en la sangre pueda entrar en las células del cuerpo para ser procesada. En las personas que han desarrollado diabetes, la glucosa se acumula en la sangre, provocando hiperglucemia.
Tener demasiado azúcar en sangre durante largos periodos de tiempo puede provocar graves problemas de salud si no se trata esta enfermedad. La hiperglucemia puede lesionar los vasos sanguíneos que llevan sangre a órganos vitales, lo que puede incrementar el riesgo de cardiopatías, apoplejía, enfermedades renales, problemas visuales y problemas neurológicos en las personas con diabetes. Estos problemas no se suelen dar en los niños o adolescentes, cuya diabetes tiene pocos años de evolución; sin embargo, pueden aparecer durante la etapa adulta en algunas personas con diabetes, sobre todo si estas no se han tratado o controlado la enfermedad de manera adecuada.
  • El abuso de la sal.
La sal o cloruro de sodio cumple importantes funciones en nuestro organismo. El sodio contenido en la sal regula la cantidad de líquidos en nuestro cuerpo y coopera en la transmisión de los impulsos nerviosos; por ello, el ser humano necesita cierta cantidad de sal en su dieta que ayude a resolver estas funciones. Se recomienda consumir unos 1.500 miligramos de sodio diariamente (que es menos de la cantidad contenida en una cucharadita de sal).
En un estudio llevado a cabo en la Universidad de Indiana se encontró que la sal puede contribuir a las enfermedades del corazón, pues es responsable del agrandamiento del ventrículo izquierdo (especialmente en el caso de algunas personas que, por razones genéticas, son especialmente sensibles a la sal).
Uno de los principales problemas con el exceso de sal en la dieta es la contribución de esta a la hipertensión arterial. Las personas que padecen de enfermedades renales, las personas de raza negra y las personas cuyos padres padecen de hipertensión son especialmente susceptibles a un aumento en la presión sanguínea causado por la sal.
Se ha encontrado que la mayor reducción en la presión arterial se produce cuando existe una dieta alta en frutas, vegetales y productos lácteos, bajos en grasa, además de una baja en el consumo de grasas saturadas como en el total de grasa se combina con una dieta baja en sal.
Además de contribuir a la hipertensión arterial, también se ha encontrado que incluso en las personas que no son hipertensas, restringir la sal reduce la presión arterial. Investigaciones llevadas a cabo en la universidad de Tulane, por ejemplo, indican que una cucharadita adicional de sal al día tiene al cabo del tiempo el resultado de duplicar el riesgo de apoplejías en las personas obesas. Según los investigadores la sal daña las paredes de los pequeños capilares del cerebro y contribuye a un gradual deterioro de la memoria.
Aunque existe un buen número de personas que no son sensibles a la sal y el consumo elevado de esta no les hace aumentar su presión arterial, existen otras razones aparte de la hipertensión para moderar el consumo de sal. Por ejemplo, el exceso de sal también puede causar inflamaciones de las encías, de toda la cavidad bucal y del sistema digestivo.
(v)     Controlar el colesterol. Muy relacionado con los anteriores, el control del colesterol depende de la buena alimentación y del ejercicio físico que la persona realiza, Las cifras totales de lípidos no pueden sobrepasar los 200 miligramos por decilitro de sangre. Es importante consultar periódicamente al médico y realizar exámenes de sangre para determinar los valores de colesterol bueno y malo.
El colesterol es una sustancia blanda, cerosa y grasosa que se encuentra en el torrente sanguíneo y en todas las células del organismo. El colesterol es parte importante de un organismo saludable porque se utiliza para producir membranas celulares y algunas hormonas, además de cumplir otras funciones necesarias del organismo. Sin embargo, el exceso de colesterol en la sangre es un riesgo importante de enfermedad coronaria y de ataque cerebral. “Hipercolesterolemia” es el término médico para denominar a los niveles elevados de colesterol en la sangre.
El colesterol alto es uno de los principales factores de riesgo controlables de enfermedad coronaria, ataque al corazón y ataque cerebral. Si aumenta el colesterol en la sangre, también aumenta su riesgo de enfermedad coronaria. Si tiene otros factores de riesgo (como la presión arterial alta o la diabetes) así como el colesterol alto, el riesgo se eleva aún más.
Cuando circula demasiado colesterol LDL (malo) en la sangre, se puede acumular lentamente en las paredes internas de las arterias que irrigan el corazón y el cerebro. Junto con otras sustancias, éste puede formar la llamada “placa ateroma”, un depósito duro y grueso que puede estrechar las arterias y hacer que sean menos flexibles. Esta afección se conoce como “aterosclerosis”. Si se forma un coágulo y obstruye una arteria estrecha, puede ocurrir un ataque al corazón o al cerebro.
En general, una persona produce el 75% del colesterol en su hígado y el restante 25% es absorbido de los alimentos ingeridos. En consecuencia, no es correcto pensar que las personas delgadas no sufren de colesterol.
Descansar lo suficiente.
Es importante que las personas duerman al menos ocho horas diarias, ya que el descanso permite reponer energías y, dentro de lo posible, dar pausa al trabajo del corazón.
Evitar el fumado.
Uno de los efectos de la adicción al tabaco es que tapa las arterias y las venas, lo que dificulta la circulación de la sangre y, por lo tanto, la oxigenación del cuerpo. En efecto, el humo del tabaco se ingiere por los pulmones y transporta sustancias nocivas por el torrente sanguíneo, lo que eventualmente produce bloqueos y coagulaciones. Dejar de fumar reduce de forma importante las probabilidades de un ataque al corazón. Dado el carácter nocivo de este hábito, si la persona no puede dejarlo por su propia fuerza de voluntad, entonces lo recomendable sería buscar ayuda profesional.
Evitar las drogas y el alcohol.
La mezcla del alcohol y las drogas con la sangre afecta el funcionamiento de muchos órganos y, de modo general, envenena el cuerpo. No obstante, hay importantes estudios científicos que indican que una copa diaria de vino (y algunos argumentan que una copa de alcohol destilado, como el whisky o el ron) puede ser buena para la salud.
Evitar accidentes.
Los accidentes tienden a producir hemorragias y otras situaciones que fuerzan la actividad cardíaca, lo cual puede a su vez conducirt a una crisis del corazón por el esfuerzo que conllevan.
Mantener una actitud positiva.
Según algunos estudios, las personas que se caracterizan por ser optimistas o tener actitudes positivas frente a las situaciones que enfrentan tienen menor riesgo de padecer enfermedades, debido a que producen menos nivele de cortisol, una hormona que se encuentra comúnmente en diferentes patologías. Esta molécula es más conocida como la hormona del estrés y, al presentarse en grandes cantidades, puede elevar la presión arterial, aumentar la grasa abdominal, e incluso, debilitar el sistema inmunológico, según un informe publicado por el University College London.
Controlar la presión arterial.
Es imprescindible medirla una vez al año y vigilar que la presión sistólica no sobrepase de 140 milímetros y la presión diastólica no sobrepase 85.
La presión arterial es la fuerza en las arterias cuando el corazón late (presión sistólica) y cuando el corazón está en reposo (presión diastólica). La presión arterial alta (o hipertensión) se define en un adulto como la presión mayor o igual a 140 mm Hg de presión sistólica, o mayor o igual a 90 mm Hg de presión diastólica.
La presión arterial alta aumenta directamente el riesgo de enfermedad coronaria (que lleva eventualmente a un ataque al corazón o un ataque cerebral, especialmente cuando se presenta con otros factores de riesgo).
La presión arterial alta puede ocurrir en niños o adultos, pero es más común entre las personas mayores de 35 años, particularmente entre personas de mediana edad, personas mayores, personas obesas, personas que beben mucho y mujeres que toman píldoras anticonceptivas. Podría ser hereditaria, aunque muchas personas con fuertes antecedentes familiares de presión arterial alta nunca la tienen. Las personas con diabetes, gota o enfermedades renales también son más propensas a tener presión arterial alta.
Controlar las emociones.
Los enojos, la violencia, los sustos y el estrés son dañinos para el corazón. El estrés es muy nocivo para las arterias. La depresión es un claro factor de riesgo cardiaco. La tristeza y la melancolía pueden afectar al sistema inmunológico y facilitar alteraciones moleculares que pueden desembocar, eventualmente, en problemas cardiovasculares.
Síntomas de una crisis cardíaca.

Las señales de un problema cardíaco pueden variar de persona a persona, pero tienen ciertos rasgos característicos. El más típico de ellos es un intenso dolor del pecho (denominado “angina”), que equivale a una sensación de apretazón o sofocación. Normalmente se presenta al frente del pecho para extenderse en ocasiones hasta el hombro izquierdo, el brazo y la mandíbula.

En otros casos, puede presentarse cierta dificultad para respirar, náusea, sudoración fría y excesiva, mareos, palidez y una sensación de debilidad.

Los síntomas de un ataque al corazón nunca deben ser subestimados. Si se presentan de improviso y se mantienen por más de dos minutos, es indispensable llamar de inmediato al servicio de Emergencias y recibir atención médica. Entre tanto, el dolor puede ser neutralizado con pastillas de nitroglicerina debajo de la lengua o, a falta de éstas, un par de aspirinas.

Ataques al corazón.

Lo que se conoce ordinariamente como un ataque cardíaco es, en término técnicos, un “infarto del miocardio”, pues es allí donde se presenta el problema que da origen al ataque. Un infarto del miocardio ocurre cuando una de las tres arterias coronarias se bloquea total o parcialmente (usualmente debido a una acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias –“placa de ateroma”– que forma un “trombo” o coágulo) y ello impide que la sangre llegue para oxigenar el miocardio. Debido a la falta de oxígeno, el miocardio sufre daños irreparables, cuya incidencia depende de la severidad de la lesión y el grado de atención médica recibida en el momento.

El proceso de acumulación de placa en las arterias es lento y se conoce como “aterosclerosis”. Cuando la placa de una arteria cardiaca se desprende, se forma un coágulo alrededor de la placa. Este coágulo puede obstruir la arteria e interrumpir el flujo de sangre al músculo cardiaco. La privación de oxígeno y nutrientes en el músculo cardiaco se conoce como “isquemia”.

En estos casos, cuando, por determinado esfuerzo, se le pide al corazón un trabajo adicional de aceleración (por ejemplo, como resultado del ejercicio o el estrés), el flujo de sangre no puede aumentar por estas obstrucciones, lo que produce la isquemia del miocardio. En el infarto, la placa de ateroma se rompe, formando el trombo y llevando a la interrupción del flujo coronario, lo que produce bajo suministro de sangre al corazón.

La realidad de los ataques al corazón es que cualquiera puede sufrirlos. Sin embargo, se pueden hacer muchas cosas para evitarlos, si se piensa en las consecuencias de largo plazo, lo que implica adoptar un estilo de vida más sano y activo.

Existe el mito de que muchos ataques cardiacos ocurren sin ningún síntoma temprano de advertencia. En realidad el 90% de las víctimas de un infarto de este tipo tienen por lo menos un clásico factor de riesgo cuando el infarto se produce (colesterol elevado, hipertensión, diabetes o tabaquismo), según informan los investigadores de la Universidad Northwestern de Chicago.

No obstante lo dicho, hay ocasiones en las que la primera manifestación de la aterosclerosis puede ser directamente un ataque al corazón. Una razón por la que podría no haber señales de aviso es que, a veces, cuando una arteria coronaria se estrecha, otros vasos circundantes que también llevan sangre al corazón se expanden para compensar. Esta red de vasos expandidos se conoce como circulación colateral y ayuda a proteger temporalmente a algunas personas de los ataques al corazón llevando más sangre a ese órgano por otros conductos. La circulación colateral también puede aparecer luego de un ataque al corazón para ayudar al músculo cardiaco a recuperarse.

Algunos ataques al corazón son repentinos e intensos. Sin embargo, la mayoría comienza lentamente, con dolor o incomodidad leves. Con frecuencia, las personas afectadas no están seguras de qué está mal y esperan demasiado antes de buscar ayuda.

Quien a una edad relativamente temprana tiene factores de riesgo, en realidad se prepara para un posible infarto del miocardio dentro de 10, 20 o 30 años, cuando podría en su lugar estar disfrutando de los frutos de su trabajo en su madurez.

Las enfermedades cardiovasculares son cada vez más comunes. Hace unos años se trataba de un problema exclusivo de los adultos de los países desarrollados, pero actualmente, hasta los jóvenes de los países en desarrollo presentan alteraciones notorias en su sistema cardiovascular en virtud de sus hábitos de vida y la presencia extendida de factores de riesgo en el medio ambiente.

La población en edad adulta es más propensa a sufrir ataques cardíacos debido a que la enfermedad aterosclerótica del corazón es progresiva. Está demostrado que la aterosclerosis comienza en la infancia y sólo se manifiesta por sus complicaciones principales después de cuatro o cinco décadas de vida.

La única manera eficaz de tratar e intervenir en estos problemas es actuar en forma temprana mediante la disminución de los factores que dan lugar a la aparición de enfermedades crónicas prevenibles en los adultos. A pesar de manifestarse en la edad adulta, está demostrado que las enfermedades cardíacas comienzan en los primeros años, cuando se deterioran las condiciones generales de la salud cardiovascular.

Paro cardíaco.

El paro cardiaco es distinto a un infarto del miocardio (ataque al corazón). El paro (también llamado muerte cardiaca súbita) es causado por fallas en el sistema eléctrico del corazón. La muerte sobreviene cuando el corazón deja de funcionar adecuadamente de manera repentina. Esto es causado por ritmos cardiacos anormales o irregulares (llamados “arritmias”).

La causa más común de arritmia en el paro cardiaco es la fibrilación ventricular. Esto sucede cuando las cavidades inferiores del corazón comienzan a latir de manera caótica, en forma repentina, y no bombean sangre en la forma requerida. La muerte se produce en cuestión de minutos luego de que el corazón se detiene. La muerte cardíaca súbita se puede revertir si se realiza la reanimación cardiopulmonar, mediante el uso de un desfibrilador que permite aplicar una descarga eléctrica al corazón del paciente con el fin de restablecer el ritmo cardiaco normal en el sujeto en cuestión de pocos minutos.

Arritmias.

Las arritmias o “disrritmias” son problemas que afectan al sistema eléctrico del músculo cardiaco y producen ritmos cardiacos anormales. Pueden hacer que el corazón bombee de manera menos eficaz y ello puede ser eventualmente causa de un paro.

Una arritmia puede ser causada por una enfermedad de la arteria coronaria, por presión arterial alta, por diabetes, o por tabaquismo, el uso excesivo de alcohol o cafeína, el abuso de las drogas y el estrés. Se sabe que algunos medicamentos, tanto de venta libre como bajo receta, así como complementos dietéticos y remedios herbales causan arritmias en algunas personas.

Algunos de los síntomas de la arritmia son las palpitaciones anormales, la acción cardiaca rápida, el dolor de pecho, el vértigo, los mareos y los desmayos.

Cuando el latido acelerado comienza en los ventrículos, llamado taquicardia ventricular, puede interferir con la capacidad del corazón de bombear suficiente sangre al cerebro y a otros órganos vitales. Esta arritmia es peligrosa y puede transformarse sin advertencia en el trastorno más grave del ritmo cardiaco, que es la fibrilación ventricular.

Cardiomiopatía.

Esta es una enfermedad grave en la que el músculo cardiaco se inflama y no funciona tan bien como debe. Puede tener múltiples causas que incluyen las infecciones virales.

La cardiomiopatía puede ser clasificada como primaria o secundaria. La primaria no puede atribuirse a una causa específica, como la presión arterial alta, la enfermedad de las válvulas cardiacas, las enfermedades arteriales o los defectos congénitos del corazón. La secundaria, en cambio, se debe a causas específicas. Con frecuencia se la asocia a enfermedades que afectan a otros órganos además del corazón.

Hay tres tipos principales de cardiomiopatía: dilatada, hipertrófica y restrictiva.

(i)      Cardiomiopatía dilatada o congestiva.
Es la forma más común de todas. En ésta, la cavidad cardiaca se agranda y estira (dilatación cardiaca). El corazón se debilita y no bombea de manera normal y la mayoría de los pacientes presentan insuficiencia cardiaca. También pueden ocurrir arritmias y trastornos en la conducción eléctrica del corazón.
Como la sangre fluye más lentamente a través de un corazón agrandado, pueden formarse coágulos. Si alguno se desprende, circula en el torrente sanguíneo y obstruye una vía para causar una embolia.
(ii)      Cardiomiopatía hipertrófica.
En esta afección, la masa muscular del ventrículo izquierdo se agranda o hipertrofia. Además de obstruir el flujo sanguíneo y causar filtraciones. La cardiomiopatía hipertrófica es el defecto cardiaco hereditario más común y ocurre en una de cada quinientas personas. Los familiares consanguíneos (padres, hijos o hermanos) de estas personas con frecuencia tienen tabiques agrandados, aunque podrían no presentar síntomas. Esta enfermedad es más común en los adultos jóvenes.
Son síntomas de la cardiomiopatía hipertrófica:

• Falta de aire al esforzarse.
• Mareos.
• Desmayos.
• Angina de pecho.
• Arritmias cardiacas.
(iii)      Cardiomiopatía restrictiva.
En estos casos el miocardio de los ventrículos se vuelve excesivamente “rígido”, de manera que es más difícil que los ventrículos se llenen de sangre en los intervalos de los latidos del corazón. Una persona con cardiomiopatía restrictiva con frecuencia se queja de cansancio, puede tener hinchazón en manos y pies, y podría tener dificultad para respirar al esforzarse. Este tipo de cardiomiopatía por lo general se ve en los adultos mayores y podría deberse al proceso de otra enfermedad.
Insuficiencia Cardiaca.

Tener insuficiencia cardíaca significa que el corazón no bombea la sangre con su máxima eficiencia y, por ello, no puede satisfacer las demandas del cuerpo. Para alguien con insuficiencia cardíaca, la realización de actividades cotidianas, como caminar, subir escaleras o hacer tareas de algún orden físico puede volverse muy difícil.

A menudo, esta condición se presenta como consecuencia de la debilitación del corazón causada por un trastorno subyacente, como la obstrucción de las arterías, la presión arterial alta, o ciertos defectos de la pared arterial o de las válvulas del corazón.

Los síntomas de la insuficiencia cardíaca son:
  • Problemas para respirar (disnea).
  • Tos persistente o sibilancia.
  • Acumulación de fluido en los tejidos del cuerpo (edema).
  • Cansancio o fatiga.
  • Falta de apetito y náusea.
  • Confusión y dificultad de concentración.
  • Ritmo cardíaco rápido.
Trombosis y embolias.

Las trombosis son causadas por coágulos de sangre (“trombos”) en las venas, que pueden desprenderse (émbolos) y alojarse en los vasos del corazón y los pulmones.

Las personas que tienen antecedentes de enfermedades cardiovasculares, ataques cerebrales o episodios trombóticos (coágulos) están en riesgo de tener coágulos en las piernas durante viajes en avión de 10 horas o más, pero no son las únicas que pueden tener este problema. Esta afección, conocida como trombosis venosa profunda (TVP), también puede presentarse en personas sanas e incluso en atletas.

La aparición de trombosis venosa profunda después de un vuelo de larga distancia se llama con frecuencia “síndrome de la clase turista” o “síndrome de la clase económica”, porque los pasajeros de la clase turista tienen una movilidad limitada en los asientos y un espacio reducido para estirar las piernas. Sin embargo, los pasajeros de primera clase o de negocios también pueden tener TVP, así que este problema no se debe exclusivamente a permanecer sentado en un espacio reducido durante muchas horas. Otros factores, como baja presión de la cabina, la humedad reducida y la deshidratación pueden influir igualmente sobre la salud de las personas.

La TVP es potencialmente mortal ya que se forman coágulos en las venas profundas del cuerpo, sobre todo en las venas de las piernas. A veces el coágulo se desprende, viaja a través del torrente sanguíneo y obstruye un vaso sanguíneo en los pulmones, lo que restringe el flujo de sangre. Esta afección se conoce como embolia pulmonar, daña los tejidos y causa una deficiencia en la función pulmonar, que puede llegar a ser mortal.

Las personas que sobreviven a un primer episodio de TVP podrían tener hinchazón crónica en la pierna y dolor debido a la obstrucción del flujo de sangre en la vena. lo que puede reducir su capacidad de tener una vida plena y activa. Las personas que han tenido un episodio de TVP también son más propensas a tener otros en el futuro.

Los estudios realizados en personas sanas han demostrado que el uso de “medias de compresión” podría ayudar a minimizar el riesgo de aparición de trombosis venosa profunda después de vuelos de larga distancia. Estas medias ejercen presión sobre los músculos de las piernas y ayudan a que el flujo de sangre de las piernas vuelva al corazón.

Las personas con enfermedades cardiovasculares y las que están en riesgo de tener coágulos en las piernas podrían beneficiarse con una sola dosis de heparina. Este medicamento evita la formación de coágulos y es eficaz en la reducción del riesgo de TVP en pacientes de alto riesgo.

Por otra parte, tomar agua abundantemente, caminar en la medida de lo posible y evitar el consumo de alcohol también es un buen consejo.

Otras enfermedades cardiovasculares.
  • Cardiopatía congénita: Son las malformaciones del corazón que están presentes desde el nacimiento.
  • La cardiopatía coronaria: Es una enfermedad que afecta los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardiaco (miocardio).
  • Arteriopatía periférica: Es una enfermedad de los vasos sanguíneos encargados de irrigar los miembros superiores e inferiores.
  • Cardiopatía reumática: Son las lesiones del miocardio y de las válvulas cardiacas debido a la fiebre reumática.
  • Enfermedades cerebro-vasculares: Son las que afectan los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.
El cuidado del corazón en el ámbito laboral.

Si consideramos que los adultos pasan más de la mitad de sus horas de actividad en el trabajo, un entorno laboral que fomente unos hábitos sanos podría reducir el riesgo de padecer muchas enfermedades, entre ellas las cardíacas y los accidentes cerebro-vasculares.

Según los expertos, el lugar de trabajo es una pieza clave para tomar medidas e iniciar hábitos saludables. Aquellos pequeños cambios que se logren introducir en la actividad laboral cotidiana para mejorar la salud de los empleados, contribuirán a mejorar la vida de estas personas de manera evidente.

En la actualidad muchas empresas incluyen la mejora de la salud dentro de sus prioridades empresariales, pues han reconocido la importancia de la salud de sus empleados para alcanzar los objetivos principales del negocio.

Alcanzar un entorno profesional más saludable se puede lograr siguiendo unas sencillas pautas basadas en la alimentación, el ejercicio y el tabaco
(i)      Incluir el ejercicio físico en la agenda personal.
Esto puede consistir, al menos, en dar un paseo alrededor del edificio, escoger las escaleras en lugar del ascensor o hacer algo de deporte durante la pausa de la comida.
(ii)      Hacer esfuerzos por comer de manera saludable.
Esto puede ser logrado mediante la escogencia de los menús más adecuados para la hora del almuerzo o trayendo la comida de casa. Las empresas pueden comprobar que se ofrezcan menús saludables e incentivar el consumo de alimentos sanos si ponen a disposición de sus empleados frutas naturales y otros productos sanos para su consumo.
(iii)     Crear un entorno sin humo.
Para prevenir las enfermedades cardiovasculares es necesario evitar el hábito del tabaquismo. Las empresas deben evitar el consumo tabaco en el entorno de trabajo y sus alrededores para contribuir al bienestar de sus empleados.
El cuidado del corazón en el ámbito laboral trae consigo muchas ventajas: se salvan vidas, se introducen hábitos de vida saludables, se fomenta el compañerismo, se mejoran los rendimientos, etc.
Las campañas recientes del Día Mundial del Corazón han estado centradas en el control de los factores de riesgo en el propio entorno laboral, como la hipertensión, la hipercolesterolemia, la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo, lo cual es fundamental para conseguir una disminución progresiva de estas enfermedades, según dicen los expertos.

* * * * *

Como verán, el tema es muy importante y exige –literalmente– que estemos bien informados si nuestra intención es llevar una vida mejor. Sólo un corazón sano nos permitirá saborear a largo plazo y de manera sostenida aquellos otros aspectos de la vida que hemos venido explorando con cierta regularidad hasta ahora en nuestro almuerzo cultural. Espero que todos aprovechemos esta oportunidad para hacernos un bien de la mayor importancia, pues ello repercutirá no sólo en nosotros de manera directa, sino también en beneficio de nuestras familias y amigos.

Los esperamos.

Saludos,

Carlos.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Almuerzo cultural: Las mil y una noches como obra literaria.

Estimados amigos,

Me percato de que, con los problemas de internet de esta semana, no les llegó mi correo sobre la sesión de hoy.

Esta semana culminaremos nuestro estudio de Las mil y una noches, esta vez desde la perspectiva estrictamente literaria; es decir, analizándola (i) como obra maestra de la literatura universal; (ii) como vehículo de expresión de diversas tradiciones culturales (no sólo orientales); y, (iii) como fuente de inspiración para mucho de aquello que fue escrito con posterioridad, en diversas épocas y latitudes geográficas.

Para Borges, Las mil y una noches representa el texto literario por excelencia, ya que posee todas las cualidades que él admira en una obra escrita: por un lado, tenemos un lenguaje sencillo, sin sujeción a reglas artísticas o teóricas, sino, más bien, resultado del flujo natural de ideas o pensamientos que se exponen y sobreponen en una magnífica construcción artística, similar a la arquitectura elaborada, pero enteramente digerible, que encontramos en La Alhambra o en el Taj Majal.

Por otro lado, como obra literaria, Las mil y una noches es amplia en su enfoque del ser humano pues se nota en ella su aspiración a ofrecernos un panorama casi enciclopédico de la vida como un todo. Igualmente, constituye una narración eterna e interminable, en continua gestación, ya que el laberinto que forman sus historias (y las historias dentro de otras historias) conduce al lector hacia un proceso de transformación continua y de metamorfosis –tanto del texto como del lector– que queda en evidencia por las diferencias de interpretación, e incluso de contenido, que encontramos de una traducción a otra.

Por último, Las mil y una noches representa el dominio por antonomasia de la imaginación; una imaginación desbordada y, sin embargo, creíble, que no hace concesiones al realismo o a convencionalismo alguno y que, por ello, no nos obliga a justificar o pretender ser fieles a la realidad racional o científica a la que estamos habituados en Occidente. Por el contrario, la obra es una refrescante válvula de escape a la dictadura de la razón, sin que ello la verdad importe, al lector, como lo demostraría, muchos siglos después, el éxito editorial y artístico de los representantes del realismo mágico latinoamericano.

Las mil y una noches como ícono cultural del Oriente.

Ya dijimos, respecto a la sesión anterior, que Las mil y una noches es una obra que resultó de un complicado proceso creativo de compilación de muchos años, que abarcó prácticamente todo el Cercano Oriente (Iraq, Egipto, Siria y Persia), en incluso más allá (la India y China).

Dijimos también que Las mil y una noches no sólo describe sino que simboliza el Oriente, en lo que entendemos de él; esto es, un universo eterno, sabio y misterioso, al que debemos admiración, respeto e incluso algo de temor, por tratarse de un entorno diferente al que nos es familiar.

No vale la pena extenderse en estos temas, que ya han sido mencionados en otras ocasiones, pero sí tenerlos presentes en el análisis de la obra literaria.

Las mil y una noches como experiencia universal.

Independientemente de su valor cultural local, y conforme a lo dicho en relación con la sesión anterior, Las mil y una noches tuvo una enorme influencia sobre la cultura occidental y –por qué no decirlo– mundial.
La influencia de la obra, sin embargo, no fue de una sola vía, pues también se manifestó de forma recíproca en el contexto de la constante y muchas veces tirante relación entre Oriente y Occidente. Por ejemplo, la obra tomó elementos de la cultura griega que para nosotros podrían resultar insospechados y que, no obstante, vale la pena mencionar.

• El personaje de Simbad, el marino, por ejemplo, es una recreación de la historia de Ulises u Odiseo, el héroe homérico de la guerra de Troya (siglo VIII a.C.), y, aunque algunas de sus aventuras son nuevas, otras son las mismas del personaje griego, contadas con un matiz más propio del Oriente.

• Las amazonas, esas mujeres guerreras que poblaron la imaginación de los griegos (con algunos visos importantes de realidad en el Asia Menor según descubrimientos arqueológicos recientes) aparecen también en algunas de las historias de Las mil y una noches, como en la de Alí Nȗr al-Din y la doncella del cinto, la de Alí Shȃr y Zumurrud, la de Mahmȗd y sus tres hijos, la de Hassán de Basra, la de El hombre que nunca reía, y la de El rey Umar ibn al-Nu’mȃn.

• Del mismo modo, en mil y una noches se incluyen algunas de las aventuras de Alejandro Magno (llamado en persa Iskander) (356-323 a.C.), e incluso se recogen leyendas sobre el gran conquistador, como su búsqueda de la fuente de la eterna juventud, las aventuras del guerrero para conquistar los reinos submarinos, la construcción de una muralla para encerrar a Gog y Magog, así como el enfrentamiento de monstruos durante sus campañas. Igualmente, el rey macedonio filosofa en algún momento de la obra sobre la fragilidad del poder y la gloria y la transitoriedad de los bienes y de la vida misma. El rey helénico aparece en las historias de La ciudad de bronce, en Iskander y la tribu del hombre pobre, y en Iskander y el agua de la vida.

• Hay también paralelismos entre Miles gloriosus (El soldado fanfarrón), del romano Plauto (254-184 a.C.) y la historia de Qamar al-Zamán y la esposa del joyero, y la historia de El pastelero, su esposa y el soldado. Lo mismo sucede entre el romance de Píramo y Tisbe, del mismo autor latino, y la historia de Nȗr al-Din y su hijo Badr al-Din Hassán.

• Respecto a la tradición hebrea, sabemos –por sesiones anteriores– de la deuda del islamismo con el judaísmo. Se denota en la obra el respeto musulmán por el rey Salomón (Sulaymȃn), a quien se considera uno de los profetas del Islam, quien fue capaz de dominar las fuerzas de la Creación divina, incluyendo los vientos, los animales y los genios e ifrits, aún contra la voluntad de éstos. Tenemos así La historia de Salomón, dentro de la obra (según la versión traducida por Reinhardt).

En Las mil y una noches hay varias historias en las que Salomón desempeña un papel indirecto pero importante. Por ejemplo, el genio que se encuentra atrapado por el pescador en El pescador y el genio, ha sido encerrado en una jarra y arrojado al mar como castigo por su desobediencia a Salomón. La historia de la ciudad de Bronce contiene otra referencia a este episodio: pues tenemos una expedición tiene como objetivo encontrar las jarras en las que Salomón ha encarcelado a los genios desobedientes en un mar distante. En La historia de la reina de las serpientes, en Las aventuras de Bulûqiyâ y en La historia de Jânshâh la obra nos introduce en un mundo que se divide entre el ámbito humano que es normal para nosotros y el mundo de la naturaleza, que sólo Salomón es capaz de dominar.

Finalmente, La historia del Príncipe Sayf al-Mulûk presenta a Salomón como un poderoso rey que desea propagar la verdadera fe y para ello rige la vida de las personas mediante una combinación de magia, alquimia y milagros, con la ayuda de los genios. Otras historias se refieren a Salomón y a sus símbolos y atributos (su anillo, su mesa, su tesoro y su tumba) como el equivalente conceptual de la magia y el poder.
• En Las aventuras de Bulȗqiyȃ, el héroe encuentra diversos ángeles cuando se adentra en el Reino de la Creación, momento en el cual éstos le revelan mucha de la cosmología islámica. Por su parte, Izrȃ-ȋl, el ángel de la muerte, aparece en las historias de El ángel de la muerte y el rey de los hijos de Israel, El ángel de la muerte y el rey rico, El ángel de la muerte y el rey orgulloso, La hija del vendedor de garbanzos y Cœleb el bufón. Iblȋs, el ángel caído (equivalente a Lucifer), aparece en las historias de Ibrȃhim de Mosul y el diablo, Ishȃq de Mosul y su amante y el diablo y Tuhfat al-Qulȗb. Otros ángeles aparecen en las historias de Los ermitaños, El devoto fabricante de azafates y su esposa y en Los tres deseos.

En fin, como toda obra artística, Las mil y una noches no surge de la nada, sino de un complicado proceso creativo de años que desborda las restricciones espacio-temporales del entorno, para nutrirse de las fuentes más insospechadas. Eso le da más fuerza a su mensaje expresivo y, si se quiere, lo hace más único como producto cultural.

Presencia de la obra en la literatura posterior.

La influencia de Las mil y una noches sobre la literatura universal que se produjo después es de la mayor amplitud e importancia. Los siguientes ejemplos dan cuenta de ello:

• Edad Media y Renacimiento.

Los romances y obras caballerescas de la Edad Media (siglos XI al XIV) se desarrollaron especialmente en Inglaterra, Francia y España. La influencia de las Cruzadas hizo que la visión del Oriente fuera una de confrontación entre culturas y, especialmente, un choque de credos religiosos. En el mundo bizantino y en el árabe, esa temática también tuvo acogida y aparece, por ejemplo, en algunos de los relatos de Las mil y una noches. Se habla, por ejemplo, de que las personas de ojos claros no son dignas de confianza, pues tienen propensión a la traición y a la maldad en general.

En la obra medieval es común encontrar referencias al mundo mágico que son también usuales en Las mil y una noches. Hay constantes relatos de conjuros, objetos mágicos, paisajes surrealistas, jardines encantados, hadas o genios, alhajas y tesoros fantásticos, etc.

Las mil y una noches contiene, además, los elementos de las típicas novelas de caballería en dos de sus relatos: La historia del rey Umar ibn al-Nu y La historia de Gharîb y Ajîb. La primera corresponde con el patrón común de los romances medievales europeos y describe el enfrentamiento entre los cristianos y los musulmanes y, en ese contexto, se presenta una historia de amor que rompe las fronteras religiosas. También contiene elementos característicos del género árabe denominado sîra, que consisten en la figura femenina de la embustera, portadora de calamidades, y los secuestros.

La historia de Gharîb y ' Ajîb se refiere a la lucha contra los infieles, que, sin embargo, no son cristianos, sino adoradores de ídolos. En ambas historias los medios mágicos son indispensables, lo que agrega fantasía y atractivo a los relatos.

Aparte de estos dos romances correspondientes al tipo genérico de la literatura caballeresca, varias historias de Las mil y una noches contienen episodios parecidos al material narrativo de los romances de caballería. En una de ellas un hombre musulmán se enamora de una princesa cristiana que ha huido del palacio de su padre y es llevada por la fuerza de vuelta a su casa. Las historias de Alí Nȗr al-Din y la doncella del cinto, Ala al-Dîn Abu al-Shâmât y el episodio de Las islas de Wâq-Wâq en la Historia de Hasan de Basora, contienen los estereotipos propios del romance caballeresco.

Se dice que algunos fragmentos de La Divina Comedia, de Dante Alighieri (1265-1321) se inspiraron en fuentes árabes. Dante escribió al final de la época de las Cruzadas, cuando el mundo árabe y el cristiano se entrecruzaron para bien y para mal. Ambas cosmovisiones chocaron e influenciaron a quienes vivieron esos tiempos. Es probable que Dante quisiera construir en ese momento una visión cristiana de la vida que hiciera contrapeso a la islámica, cosa que Borges refuerza cuando dice que La Divina Comedia está imbuida en forma múltiple por Las mil y una noches. En ambas tenemos una versión femenina del orden del mundo: una, más carnal y expresiva, gobernada por Sheherezade (la visión islámica); y, otra, más beatífica y mística, representada por Beatriz (la versión cristiana).

Siempre dentro de la baja Edad Media, se han hecho estudios comparativos entre El Decamerón de Giovanni Boccaccio (1313-1375) y se han determinado algunas similitudes entre sus historias, especialmente en lo referente al cuento de El rey y la esposa del visir, El rey que perdió su reino, Los amantes de Siria y El cadí embarazado.

Geoffrey Chaucer (1340-c.1400), por su parte, dejó, en Los cuentos de Canterbury prueba de su picardía y agudeza. Igualmente, en su obra hay herencias recibidas de la tradición cultural oriental, particularmente de los pensadores Avicena (980-1037) y Averroes (1126-1198). El caballo mecánico, de la Historia del escudero, evoca un caballo similar al de El caballo de ébano. Hay también préstamos reconocidos en La historia del escudero tomados de historias como Ardashir y Hayȃt al-Nufȗs y Tȃj al-Mulȗk y Dunyȃ.

Finalmente, el canto 28 de Orlando furioso, la obra más famosa de Ludovico Ariosto (1474-1533) y, posiblemente, la más importante del período de madurez del Renacimiento italiano, contiene una versión en verso de la historia de El rey Shariyȃr y su hermano, que demuestra el respeto de los autores renacentistas por la obra islámica.

• Períodos barroco y moderno.

La influencia de Las mil y una noches sobre la literatura barroca y moderna europeas es innegable. Miguel de Cervantes (1547-1617) reconoce la deuda de El Quijote a los romances caballerescos, tanto occidentales como árabes.

El barón Charles de Montesquieu (1689-1755), autor de El espíritu de las leyes y responsable de la teoría de la separación de los poderes del Estado, escribió también una obra de ficción denominada Cartas persas, en la que critica la condición de la mujer y la organización social de Oriente a partir del cuadro general de Las mil y una noches.

El filósofo y escritor francés de la Ilustración, François-Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire (1694-1778), fue un ávido lector de la primera traducción al francés de Las mil y una noches. Esa influencia se aprecia en Zadig o el destino: una historia oriental, en El fanatismo o Mahoma el profeta, en Los viajes de Escarmentado, escrita por él mismo, y en Cándido o el optimismo. Esta última obra, hace varias referencias a Simbad, el marino. En la visión del filósofo francés, sin embargo, la mano providencial del destino es sustituida por el poder de la razón humana, en total congruencia con la visión racionalista de la Ilustración.

El también filósofo francés, Denis Diderot (1713-1784), se inspiró en Las mil y una noches para escribir su novela pornográfica Las joyas indiscretas en la que un sultán aburrido recibe un anillo mágico de un genio con el que puede informarse de las aventuras de cada persona apuntando el anillo a sus partes íntimas. Este ingenioso argumento fue la manera utilizada por el escritor para ridiculizar a grandes personalidades de su época, en abierta hostilidad al ancien régime que estaba a punto de derrumbarse con la Revolución francesa (1789).

• Goethe.

Según sus Diarios, el genio alemán Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) leyó y releyó Las mil y una noches en distintas épocas de su vida y según diversas traducciones (del francés y del alemán). Leyó, por lo tanto, diferentes versiones de la obra o incluso distintas obras con el mismo título, si hacemos caso a lo citado por Borges hace una semana respecto al carácter infinito de este libro.

Curiosamente, de niño la abuela y la madre de Goethe le contaban historias a aquél que interrumpían en el medio para ser completadas la noche siguiente, lo que coincidía –de forma posiblemente intencional– con el formato de Las mil y una noches. Esto produjo una profunda impresión en el niño a partir de la lectura de la obra. Más tarde, muchas de los escritos de Goethe, desde joven hasta su vejez, denotan la influencia de Las mil y una noches, aunque es clara su preferencia por los cuentos considerados apócrifos o adiciones más recientes a la colección, tales como el de Ahmad y el hada Perî Bânû, el de Khudâdâd y sus hermanos, y el de Alâ' al-Dîn (Aladino).

Para Goethe, Sheherezade fue un modelo fundamental para la narración de historias en forma amena e hilvanada, no obstante la variedad de los temas. En efecto, una de las razones de por que él quedara fascinado por Las mil y una noches fue su estructura. De hecho, utilizó esa técnica narrativa para dotar unidad a sus colecciones de historias y para proporcionar a esos textos una estructura discreta y coherente. También fue atraído por el realismo de Las mil y una noches, la atmósfera fiel de la vida cotidiana en la que se proyectan las fantasías de la cuentacuentos Sheherezade, y la cantidad infinita de personajes, eventos mágicos, tramas, sucesos y dilemas éticos que él supo incorporar de diversa manera a sus propios trabajos literarios.

La mayoría de las influencias mencionadas puede percibirse en la obra principal de Goethe, el Fausto, que es una historia tipo “marco”, basada en un cuento preexistente, que trata un tema fantástico, lleno de la magia e ilusión y planteamientos morales. Goethe escribió la obra poco después de haber leído la traducción de Las mil y una noches de Habicht. No resulta, pues, sorprendente que Fausto contenga referencias a historias de la obra árabe como Jullanâr Hasan de Basora, Habîb y Durrat al-Ghawwâs, Alâ' al-Dîn, Qamar al-Zamân Budûr y Zayn al-Asnâm. El resultado final, sin embargo, no es un cuento oriental replanteado sino una obra occidental en la que, con todo el genio de Goethe, el Oriente es asimilado de manera genuina y completa para dar una visión humanista del mundo.

• Período romántico.

La sensibilidad romántica, gobernada por las emociones, los escenarios exóticos y los grandes dramas fue especialmente propensa al encanto de Las mil y una noches.

El británico Samuel Taylor Coleridge (1772-1834) sentía gran admiración por Las mil y una noches, lo cual influyó en su manejo literario de lo imaginario, lo misterioso y lo fantasioso. Sus grandes poemas La rima del viejo marinero y Kubla Khan deben mucho a ese espíritu.

El escritor estadounidense Washington Irving (1783-1859) es famoso por su obra Historias de La Alhambra, en cuya dedicatoria reconoce su deuda hacia Las mil y una noches. En sus narraciones hay talismanes, un caballo volador y un príncipe que se esconde para evadir su destino, todos temas que se encuentran tratados en la obra árabe.

Los hermanos Grimm (Jacob, 1785-1863; y, Wilhelm, 1786-1859), famosos por sus cuentos de hadas para niños, también fueron admiradores de Las mil y una noches. Sus cuentos El pescador y sus esposa, El ladrón y su amo, El rey de la montaña dorada, Las tres avecillas, El agua de la vida, El espíritu en la botella de vidrio, La montaña Simeli, El comerciante y el genio, Alí Babá y los cuarenta ladrones deben mucho a la obra de Oriente.

El famoso poeta Lord Byron (1788-1824) siempre estuvo fascinado por el Oriente y por esta obra, y pobló sus trabajos literarios de heroínas de la mayor femineidad y héroes de vocación marcial siguiendo como modelos los personajes de Las mil y una noches.

Alexandre Dumas padre (1802-1870) menciona Las mil y una noches varias veces en el curso de una de sus obras más importantes, El conde de Montecristo. El conde se identifica con la figura de Simbad el marino, en sus diversas andanzas, especialmente durante su estadía en Oriente antes de volver a reclamar justicia en su Francia natal. Cuando regresa, viste a la usanza oriental, habla en árabe y vive en un ambiente arabizado. Todo ello hace más interesante y exótico su relato, en apego a los gustos románticos de la época, lo que a no dudarlo da realce a la obra y acredita su fama como un clásico de la literatura por derecho propio.

El escritor estadounidense Edgar Allan Poe (1809-1849) contribuyó con autores como Théophile Gautier (1811-1872) y Mark Twain (ver abajo) a escribir una obra de corte irónico que fue denominada genéricamente La milésima segunda noche. En su versión, Poe relata una historia adicional del marino Simbad, quien corre con nuevas aventuras en un velero misterioso y acaba en una sociedad extraña para él que no es otra que la sociedad occidental de su tiempo.

Poe es también el autor de Cuentos de lo grotesco y arabesco, que se encuentran llenos de fantasmas, magos, referencias y ambientaciones de origen oriental. La influencia de Las mil y una noches es evidente; afecta no sólo lo referente a la ambientación general de la obra, que se puede calificar como un aspecto más bien cosmético, sino también la visión misma de lo humano, que se enriquece por la perspectiva que aporta el Oriente.

El poeta inglés Alfred, Lord Tennyson (1809-1892) publicó una colección de poemas titulada Recuerdos de Las mil y una noches, que fue importante para ilustrar el impacto de la obra original sobre la mentalidad romántica de la Inglaterra victoriana.

Charles Dickens (1812-1870) creó una literatura social llena de elementos satíricos, descriptivos y melodramáticos que son comunes, en esos rasgos, a los de Las mil y una noches. De hecho, las alusiones de Dickens a esta obra son continuas a lo largo de su vida y de sus escritos. Así, Bagdad se convierte en Londres y pasamos de los tiempos de Harȗn al-Rashȋd a los de la Revolución industrial.

Las hermanas Brontë también se vieron influenciadas por la lectura de la obra. Charlotte (1816-1855) dice en su novela Jane Eyre que el personaje principal leyó Las mil y una noches en su juventud, y de allí resulta evidente que Sheherezade es un modelo espiritual para ella. Emily Brontë (1818-1848), por su parte, escribió sus Cumbres borrascosas pensando también en Sheherezade. Para ella esa figura femenina y el sultán son los modelos básicos para sus personajes Nelly Dean y Lockwood.

La novelista inglesa George Eliot (1819-1890), cuyo verdadero nombre era Mary Ann Evans, toma recursos dramáticos tanto de Shakespeare (Otelo) como de Las mil y una noches para construir el argumento de su novela Daniel Deronda. Tenemos un triángulo amoroso compuesto por Daniel, el protagonista, que es moreno y de origen exótico, y dos mujeres; una de origen caucásico (Gwendolen) y otra de origen árabe (Mirah). La primera relación se modela a partir de la tragedia de Shakespeare, que realza el choque cultural entre Oriente y Occidente, mientras que el amor de Daniel para Mirah se vincula explícitamente a la historia de Qamar al-Zamân y Budûr en Las mil y una noches. Aquí, se contrastan los convencionalismos del romance en la Inglaterra victoriana (el amor de Gwendolen) con los aspectos físicos y apasionados del amor en Oriente (personificado por Mirah).

El estadounidense Herman Melville (1819-1891) manifiesta su admiración por Las mil y una noches mediante algunas referencias en Moby Dick y en otras obras de menor importancia, a ese texto.

El célebre Mark Twain (1835-1910) viajó por el Cercano Oriente y quedó profundamente impresionado por el ambiente exótico de esas tierras y por la magia de Las mil y una noches. Escribió una “milésima segunda” noche, lo mismo que Poe y otros escritores, cuya vocación es humorística y –conforme a la personalidad del autor– fuertemente satírica. En ella, Sheherezade cuenta sus historias sin parar al sultán, quien, exhausto pero impotente para oponerse a escucharlas, acaba por morir. Llega otro sultán, que pasa por el mismo proceso, y así sucesivamente con los siguientes, hasta que Sheherezade acaba por vengar al género femenino dando cuenta de tantos monarcas como mujeres murieron antes de que ella fuera desposada inicialmente.

El escocés Robert Louis Stevenson (1850-1894), autor de Las isla del tesoro y El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, escribió sus Nuevas noches árabes y sus Más nuevas noches árabes basadas en las estructuras formales y estilísticas de Las mil y una noches.

El francés Marcel Proust (1871-1922), autor de En busca del tiempo perdido, tomó diversos elementos y motivos de Las mil y una noches para la construcción de su magnífico ciclo de seis novelas. En El tiempo recobrado, la última de esas novelas, el autor hace una reconsideración de lo escrito y da a entender que, en el contexto de las relaciones sociales y personales que dan base a su obra, así como las ambientaciones y circunstancias que influyen en su desarrollo, En busca del tiempo perdido equivale a una reescritura de Las mil y una noches trasladada a la Francia de fines del siglo XIX, intención que comparte con el también francés Honoré de Balzac (1799-1850), quien pretendió, tiempo antes, hacer de su enorme producción novelesca, que él denominó La comedia humana, una especie de versión occidental de Las mil y una noches.

El poeta de origen alemán Rainer María von Rilke (1875-1926) viajó por Oriente e incluso estudió árabe con el fin expreso de traducir algunos de los poemas de Las mil y una noches, ya que no estaba satisfecho con las versiones alemanas existentes. Su obra poética fue enriquecida por su compenetración con la cultura islámica de su tiempo, para lograr una visión más humana y universal de la literatura.

• Literatura del siglo XX.

El escritor irlandés James Joyce (1882-1941) también debe influencia a Las mil y una noches. En el famoso Ulises, la crítica considera que La Odisea y Las mil y una noches son los contra-textos frente a los cuales debe leerse la novela de Joyce. En el Ulises, el Oriente representa lo femenino (como sexualidad), identificado por el personaje de Molly, mientras que lo masculino está representado por la actividad de viajar o trasladarse de Bloom (Simbad el marino). Por otra parte, el libro favorito del personaje de Murphy es justamente Las mil y una noches y los paseos de Hȃrȗn al-Rashid por Bagdad equivalen a los de Bloom por el Dublín de la obra de Joyce.

En Finnegan’s Wake, también de Joyce, el autor toma prestados elementos de Las mil y una noches para crear un ambiente nocturno apropiado para el escritos.

El francés Jean Cocteau (1889-1963) tituló su primera colección de poemas La lámpara de Aladino, fundó la revista literaria Sheherezade, publicó tiempo después una segunda colección de poemas denominada Poemas de Béchir Salem, y llegó a prologar una versión francesa de Las mil y una noches en la que subraya el deseo de vivir a plenitud como la marca principal que irradia de esta obra.

Jorge Luis Borges (1899-1986) fue un gran admirador de Las mil y una noches como lo demuestran las citas que de él hicimos en el material de la sesión anterior. La obra es mencionada o forma parte, según el caso, de muchos de sus relatos. En El sur, por ejemplo, el protagonista es herido después de leer una versión de Las mil y una noches, y un ejemplar del libro lo acompaña en su viaje hacia el sur, como un recordatorio constante del conflicto entre el mundo real y el mundo de la imaginación.

Algunos de los cuentos de Borges son recuentos de relatos que vienen de Las mil y una noches: La cámara de las estatuas, La ciudad de Labtayt, y La historia de los dos soñaron (reelaboración de El hombre arruinado que volvió a ser rico por medio de un sueño). Emma Zunz, por su parte, usa la trama de La historia de Sheherezade y Shahriyâr.

Por otra parte, Borges dedicó dos ensayos a Las mil y una noches e hizo una reflexión general sobre la obra en su colección de conferencias titulada Siete noches, de 1980.

La fascinación de Borges con Las mil y una noches se expresa mejor en su observación sobre la noche número 602, en la que Sheherezade narra al rey la historia de ellos mismos, para así entrar en un ciclo de repetición interminable, tipo espejo. Algunos autores creen que el episodio de la noche 602 es una invención de Borges, de por sí proclive a una imaginación desbordada, pero, según otros, Borges se refiere a un intermezzo, contenido en la traducción de Habicht, en el que se incorpora una versión corta de La historia de Sheherezade y Shahriyâr. En cualquier caso, aún si fuera una contribución personal de Borges a la obra, sería válido admitirla como parte de ese proceso interminable de creación y recreación que corresponde a un clásico (del mismo modo que no hay dos lecturas iguales de La Ilíada o de La Biblia, o incluso de Cervantes o Dostoyevski, o dos interpretaciones iguales de Hamlet o de la Quinta sinfonía de Beethoven).

Siempre en Latinoamérica, el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez (1927-), es un viejo confeso de la admiración que siente por Las mil y una noches. Como en Goethe, las historias tienen un vínculo directo –en la imaginación de este autor– con las que le contó su abuela durante su infancia, que también estaban llenas de humor, misterio y fantasía.

Según el escritor colombiano, Las mil y una noches es una de las fuentes de inspiración más importantes de sus Cien años de soledad, así como del resto de su obra enmarcada en la corriente del realismo mágico. Las referencias a la obra oriental son especialmente notorias cuando la novela de García Márquez narra los relatos fantásticos contados en la habitación de Melquíades. Es igualmente notoria la influencia de la obra en la figura de Aureliano Buendía, así como en el desfile constante de situaciones maravillosas que forman parte de toda la argumentación de la novela. Del mismo modo, hay un papel preponderante del destino en Cien años de soledad que también está muy presente en Las mil y una noches, así como una estructura laberíntica que es común en ambas obras literarias.

El escritor británico-indio Salman Rushdie (1947-), cuya obra ha sido comparada con el realismo mágico latinoamericano, estima Las mil y una noches como una de las fuentes básicas de su inspiración literaria. En Los versos satánicos, el autor hace referencia constante a temas y motivos propios del mundo árabe y del indio. En Harún y el mar de las historias, Rushdie ataca las dictaduras basadas en la religión con base en temas propios de Las mil y una noches.

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En fin, la influencia de Las mil y una noches es fundamental sobre la literatura mundial. En ese sentido, el filólogo y escritor Robert Irwin (1947) ha dicho –en una afirmación que es categórica a la vez que atractiva– que sólo La Biblia puede decirse que haya tenido un peso mayor sobre la literatura subsiguiente.

Otras artes.

Muchas otras artes se beneficiaron del influjo de Las mil y una noches. Si entrar a analizar las artes decorativas, la moda, la gastronomía yy otros usos culturales, nos conviene recordar lo siguiente:

• Ilustraciones:

Entre los grandes ilustradores de Las mil y una noches tenemos a Edmund Dulac (1882-1953), quien creó ilustraciones para Las mil y una noches a principios del siglo XX, con una fuerte influencia de los prerrafaelitas ingleses y el movimiento conocido como Art Deco. Las ilustraciones estaban provistas de cierta ligereza humorística que calzaba bien con los temas de la obra y, en general, contienen muchos elementos que actualmente se asocian en Occidente con lo oriental aunque no sean necesariamente auténticos en su origen.

Igualmente, tenemos a Marc Chagall (1887-1985), quien fue uno de los grandes artistas plásticos del siglo XX, y quien realizó litografías sobre Las mil y una noches, dedicadas a las historias de Qamar al-Zamán y Budȗr; Jullanȃr; Abdalá, el pescador; Abdalá, el sireno; y. El caballo de ébano.

• Música.

En materia musical ya fuimos testigos de la contribución esplendorosa del músico ruso Nikolai Rimski-Kórsakov (1844-1908) al repertorio romántico con la Suite sinfónica Sheherezade, que escuchamos la semana pasada y que resume, de manera elocuente y magnífica, la visión occidentalizada de Las mil y una noches.

Por otro lado, el gran músico francés Maurice Ravel (1875-1937) se propuso componer una ópera denominada Las mil y una noches, pero nunca logró acabar su proyecto. Eventualmente, compuso un ciclo de canciones para soprano y orquesta que denominó Sheherezade y que recoge una orquestación muy rica y sensual que trata de evocar el ambiente exótico del Oriente y de la obra literaria, propiamente.

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Con esta sesión del almuerzo cultural tenemos la posibilidad de acercarnos a una obra literaria que –como dijo Borges– es imperecedera. Por ello es un clásico y, para nosotros, más allá de su calidad estilística, una fuente segura de placer y la oportunidad para abrirnos a un mundo que, por fantástico que nos parezca, no por ello es menos real, humano y, por lo tanto, también nuestro.

Quedan invitados a acompañarnos.

Saludos,

Carlos.